Situado en Caracas, específicamente en la zona de Chuao se encuentra El Comedor, ingenioso restaurant-escuela que funciona tres veces a la semana, manejado por Sumito Estévez y Héctor Romero, grandes cocineros de la metrópolis. En el cual semanalmente presentan un menú, totalmente diferente uno de otro, temáticos, autóctonos, inspiracionales, de calle, del producto. Recientemente uno de estos fue elaborado y diseñado por su sous-chef José Ragazzi, gran amigo y colega.
dando gracias por su invitación, fui testigo de tan estupendo menú acompañado por Marcela Reyes, cocinera, amiga, y critica ( casi! que no le gusta vamos!). mi intención, redactar una crónica plato por plato, no solo partiendo del producto o de su hilo conductor sino también de sus entrañas de lo que pensó ragazzi al diseñarlo.
como para aquel momento no poseía cámara,que hiciera fotos digna de este menú, las tome prestadas del blog de Héctor Romero (con todo respeto).
vamos a ello.
Gelée de agua de conchas con espuma de gazpacho y bivalvos escabechados.
Visualmente densa, al introducir la cuchara la densidad se vuelve aire de un sabor potente a gazpacho clásico, y al final espera una gelé (debería ser mucho mas fría) con sabor a mar y perejil. excelente abreboca, fresco, despierta el apetito… aquí Ragazzi demuestra su aprendizaje en El Comedor gracias a Héctor Romero.
Ensalada tibia con agua de tomate gelificada, aguacate, tuétano de romanesco, lechugas, guisantes, gambas, semillas de tomate, brotes y flores silvestres (vinagreta de aceite de pistacho y ajo cortado)
Totalmente Berasategui y todos los que lo siguen como Rodrigo de la Calle… con sus semillas, su agua de tomate gelificada, su punto acido y esos deliciosos y crujientes tuétanos de romanesco ( que a Marcela le parecieron alucinantes), en esta entrada Ragazzi hace un compendio de todo lo adquirido en su stage por España, usando como hilo conductor el agua de tomate, las gambas casan perfectamente con los elementos crocantes y el punto acido de esta ensalada.
Arroz cremoso de azafrán verduras del vallecito, portobellos confitados, crujientes de alcachofa, perlas de queso de cabra y pimentón rostizado
Aquí.. perfecta cocción vegetal , según marcela primer espárrago que se come en exacto punto de cocción, pero hubo discusión, para mi le falto protagonismo al arroz, debió ser mas potente, teniendo en cuenta como hilo conductor el queso de cabra, para marcela debió ser un espejo de queso, según ragazzi aquí el protagonismo son los vegetales del vallecito, punto nos comimos unos vegetales con arroz tremendos!.
Pesca blanca, clorofila de rugula y berro texturizado, apio confitado y crema de cebolla
Pescado en cocción perfecta, pero plato muy dulce, hubiese preferido mas protagonismo en la clorofila, como lo hace Berasategui en su clorofila y ostra, mas berro, sentir ese picante de la rugula, así el dulce seria un contraste perfecto. A Marcela igual muy dulce, pero la crema de cebolla muy buena.
Ossobuco estofado en ragú ahumado, canelones de papa y setas, crema de parmesano
Marcela ya en su limite de ingestión(risas), nos llega el ossobuco, los canelones muy bien hechos, de sabor potente, pero el ossobuco en si ,no me lo pude comer a cuchara como hubiese deseado, Ragazzi me cuenta que fue un experimento, la carne fue cocinada en un ragú denso, tal vez aquí afecto el tiempo,la salsa, la acidez del tomate, Marcela dice que tal vez el corte, hizo que la carne no quedara tan suave como debería, pero como todo experimento hay que seguir probando.
Helado de yogurt y miel, espuma de limón, frutos rojos y tierra abonada
Para mi uno de los platos más esperados, esa necesidad de saber que era esa tierra abonada, además el contraste de ácidos me pareció magnifico, fetiche hacia lo acido. Ragazzi nos conto que la tierra era una mezcla, de frutos secos, harina de maíz morado, avena, entre otros tantos ingrediente que no recuerdo, realmente un postre que refresca, para Marcela lo poco dulce le gusto. Es genial ver como nos alejamos poco a poco de esa función golosa y empalagosa que tenían los postres antes, ese exceso del uso del chocolate tan trillado como rayar platos al estilo Pollock con reducción balsámica y encaminarnos hacia postres, salados, frescos, orgánicos, minimalistas.
ASI TERMINA ESTA CRONICA, mas que crónica es una muestra de lo que viene, de los nuevos cocineros, de esa generación de relevo, de colega a colega, de igual a igual, MUCHA SUERTE!, en tu viaje de nuevo a España a seguir a aprendiendo, tío que te llego! ojala se crucen nuestros caminos Johnny y sigamos cocinando.